lunes, 9 de febrero de 2009

por encima / por debajo

Seguimos con Juan Ramón Jiménez: "A todo se llega. He aprendido a ser sucio, y me parece bien". Viniendo de JRJ, el más pulcro de los poetas españoles, la frase dice mucho. JRJ es uno de esos personajes que el tiempo y los infames cursos de literatura española tienden a hacer desaparecer. De poco vale ya el Premio Nobel aquel que le dieron, o las cada vez más espaciadas reimpresiones de Platero y Yo (esas que regalaban las cajas de ahorro en otro tiempo menos consumista y garrulo). Bueno, en su pueblo, Moguer, lo recuerdan a cada paso. No hay esquina o plaza sin azulejo conmemorativo de alguna memez en la que interviniera. Curioso que años ha lo echaran del pueblo a insultos que recorrían el arco que va de loco a maricón. A mi, de Juan Ramón, lo que me gusta es el personaje, los aforismos, las rarezas y debilidades de alguien que se sentía investido de un poder poético especial y al mismo tiempo llegaba a ser una persona muy humilde, obsesionado con la ética y el compromiso cívico. Entre sus anécdotas hay una que me gusta especialmente. Al poco tiempo de comenzar la Guerra Civil, JRJ se exilia junto a Zenobia, y comisionado por el Gobierno de la República inicia una actividad de propaganda y apoyo cultural a la causa repúblicana por América. Llegado a Cuba, coincidirá con un prestigioso hispanista alemás de claras filias nazis. JRJ siente ante este nazi una repulsión inmediata, más aún cuando constata que le ha plagiado partes de una conferencia que pensaba dictar en La Habana. El azar les hace compartir hotel y verse cada día a la hora de comer. Un día el hispanista se presenta ante Juan Ramón y le dice que las suyas son diferencias que entre intelectuales verdaderos no tienen sentido. Las guerras son de los otros. JRJ le contesta que los nazis han destrozado Guernica, y eso es algo que él no puede perdonar. El alemán replica: como comprenderá, yo estoy por encima de los bombardeos. A lo que Juan Ramón contestó: pues yo estoy por debajo.

Por encima / por debajo... Esto me recuerda a otro barbado ilustre: el Capitán Haddock. En una de sus historias (creo que es Stock de Coque) se plantea un dilema a la hora de dormir. La barba ha de estar por encima o por debajo de la sabana? Prueba con una y con otra opción pero no queda satisfecho. Me direis: pero este tío en 40 o 50 años de existencia nunca se ha fijado en como pone la barba cuando va a dormir? Creo que podría tratarse de una revisitación de la vieja historia de Porthos y su muerte por falta de pensamiento. Porthos (en Veinte años después) se dispone a colocar una bomba en una casa, enciende la mecha, y a la hora de salir corriendo se hace una pregunta: cómo hacemos para correr? cómo somos capaces de poner un pie primero y luego otro y así sucesivamente? Nunca se había hecho esta pregunta, y la duda le mantiene paralizado. La bomba explota y la casa se le cae encima. Porthos es fuerte, y aguanta un día, una noche, otro día, pero a la noche siguiente muere. Nunca necesitó pensar, la fortaleza, el valor, le bastarón durante su vida. Sin embargo, la única vez que le hizo falta hacerlo, pensar, el resultado fue su muerte.

Por terminar con JRJ recordaremos aquello de que Todo es menos, que no sé muy bien qué quiere decir, pero me da la paz que necesito un lunes por la noche.

Coda: Oliveira te quiero!

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