jueves, 19 de diciembre de 2013

Poema de Navidad



Como cada año (y a pesar de mis reiteradas amenazas de abandono) vuelvo a perpetrar el ya conocido Poema de Navidad. En un principio había pensado decantarme por usar la estructura métrico-rítmica japonesa más conocida: el Haiku. Sin embargo, adaptar nuestras largas palabras a los versos en 5-7-5 sílabas me resultaba además de difícil, tremendamente aburrido. Dándole vueltas al asunto, y con problemas para dormir debido a mi cada vez más lamentable glotonería, tuve la suerte de caer en la segunda cadena de TVE y más concretamente en un nuevo visionado de El Desencanto, la genial película sobre la familia Panero. Esos hermanos poetas, decadentes, locos y dandies sirvieron para que echara un vistazo retrospectivo a mis propios hermanos y a nuestra antigua tendencia a la pontificación, el fracaso y la incomunicación. Recordé una breve anécdota navideña que nos encumbro a lo más alto del ridículo y de allí, de dicha mamarrachada, surgieron los versos que siguen. Admito el carácter oscuro del poema y las dificultades para su comprensión. En aras de iluminar a los lectores y a riesgo de reventar la sorpresa, comentaré que el hecho que se encuentra detrás del poema fue un visionado en el día de Navidad de Qué Bello es Vivir!, la genial película de Capra. Habíamos comido y bebido como solo los Viana saben hacerlo, y comenzamos a ver la película de manera displicente y algo chulesca. A medida que las imágenes iban pasando y la tarde se convertía en noche, un silencio inexplicable se apoderaba del salón. Qué ocurría? Muy sencillo, la emoción (como dicen los periodistas) nos había embargado. Al final de la película nadie pudo hablar. En mi caso (y estoy seguro que en el de los hermanos) no podría haber hecho otra cosa más que aullar (a lo Charlie Rivel: auuuuuu). De algún modo, ver Qué Bello es Vivir! nos había devuelto la humanidad que tanto fracaso y pose desapasionada nos había arrebatado. Dicho de otra forma, abandonábamos al fin la adolescencia y nos hacíamos Hombrecitos.

Feliz Navidad a Todos!




[Qué Bello es Vivir!]

En la penumbra
En la sobremesa de hermanos borrachos
En una casa que se hundió junto a nosotros
En el olvidado final de los inanes años 90

Apenas se les reconoce más allá de sus pijamas – sillones que hablan
Sobre todo cuando la oscuridad y las gargantas mudas (calcetín de España)
Dejan al silencio electrónico como única señal de vida

Éramos más fuertes entonces, reconozco plañidero
Cuando no llorábamos nunca
Nos reíamos del mal ajeno y propio
Y actuábamos como maniquíes exquisitamente delgados

Salvo aquella tarde de Navidad
El padre roncando avinagrado
La madre entre radios y cocinas
Y los hermanos sevillanos pretendiendo conversar a lo Durrell

Éramos muy jóvenes, dijo Pavese antes de matarse
Sin dar tiempo a los tiempos decrépitos por llegar
Los mismos que nos hacen irreconocibles (quién eres hermano?)
Los mismos que nos han terminado por separar

Y aquella tarde (quel beau dimanche!)
Mientras el sorprendente frío meridional nos enfundaba en batines a cuadros
La madurez hecha lágrima e innovación narrativa nos asaltó
Jimmy el largo, que decía la madre, murió para redimirnos
Y salvarnos de tanta queja improductiva y comunista

Esto es el buen liberalismo, quise decir
Pero solo un sollozo fue escuchado
Esto es la Navidad, me repitieron a coro los hermanos lagrimeantes
Esto es llorar, dijeron los años por venir

Ante todos ellos me levanto en mi inestable altura
Con un único y terrible mensaje
Habla por mí el hombre que finalmente soy
Qué Bello es Vivir!

sábado, 9 de marzo de 2013

Entrevistas Filipinas: Chef Laudico

Kare-Rare by Chef Laudico
Nos sentamos en una mesa algo apartada y el Chef me pasa una copa de vino californiano. Un ejercito de camareros se agolpa cuchicheando frente al acceso a la cocina. Orden, limpieza, luces tamizadas y un aire agradablemente asiático en los cortinajes calados que protejen la parte central del Bistró Filipino del Chef Laudico. Algo más que un cocinero que reivindica el peso político de la cocina y la influencia que el desarrollo social tiene en la misma.

Rafael Viana: Kare-Kare deconstruido y con bagoong enmascarado (ver foto)
Chef Laudico: Sí, lo cierto es que en Papamga (región originaria del Kare-Kare) creo que me recibirían a pedradas. Más que deconstruido, que es una palabra que acumula connotaciones negativas a ritmo de Jeepney, lo llamaría disperso. Es una forma de que el comensal junte las piezas por si mismo.
RV: Y el bagoong? (una especie de pasta desecada de gambas muy habitual en el sudeste asiático que se usa como condimento)
CL: Para serte honesto, nunca me ha gustado el bagoong, y por mi lo quitaba del plato, pero en ese caso sí que estoy seguro que me lanzarían cocteles molotov al local y me pincharian las ruedas del coche. Por eso lo he suavizado con un picadillo de verduras y carne. Por cierto, qué te parecieron las gambas?
RV: Para mi lo mejor. Con el nivel de picante que tolero
CL: La comida filipina nunca ha sido picante, al menos no en el sentido que lo es la cocina tailandesa. Me refiero a la cocina que podemos llamar filipina, la que se origina y se conforma a partir de la llegada de los españoles.
RV: Me gustaría, a propósito, comentarte que he notado, y corrígeme si me equivoco, un deliberado toque colonial, español,... podríamos llamarlo así?
CL: No te equivocas. Yo soy de los que piensan que la salida de los españoles en el 98 y la llegada de los americanos nos hizo perder mucho más de lo que normalmente reconocemos. Solo en el aspecto gastronómico, estábamos justo en el momento en el que la interacción entre Filipinas y España era más fuerte. De hecho, es a partir de mediados del XIX cuando la relación cultural entre Filipinas y España se dispara en todos los sentidos: filipinos que estudian en las universidades españolas, mayor afluencia de emigrantes de España. Por decirlo de algún modo, la colonia deja de ser un refugio de curas y se convierte en un país, al fín.
RV: Y entonces llegan los americanos
CL: Sí, y a pesar de todo, en las dos primeras decadas del XX sigue fluyendo, a pesar del shock que supone la guerra y todo eso, digo, sigue fluyendo esa relación cultural. Es normal, o casi inevitable que las cosas sucedieran así, y en especial por culpa de los gobiernos del Reino de España, pero estoy seguro que si Rizal hubiera vivido, no le habría gustado nada lo que pasó después.
RV: El colonialismo soft americano?
CL: Exacto. Y esa es la gran perdida a la que me refiero. El abandonar una cultura que había madurado durante 300 años y que comenzaba a dar sus frutos, a manifestarse con entidad propia, en beneficio de una charanga a base de eslóganes y manifiéstamente hipócrita. Libertad, democracia... Creo que no hay país en el que se hayan repetido tanto estas palabras y sin que nadie supiera realmente qué significaban.

Laudico se detiene y atiende a un camarero que le consulta algo en Tagalog. El Bistró permanece vacío todo el mediodía. De hecho he sido el único cliente. Le pregunto si esta situación es normal.

CL: Por desgracia, aquí en Bonifacio es la situación normal. En nuestro otro local mantenemos una clientela más o menos fiel, pero aquí, aquí solo nos llegan algunos europeos desorientados, tu, y poco más.
RV: Y la razón? Has desarrollado alguna teoría alrespecto? (Laudico se rie)
CL: Ya me he delatado, no?
RV: Como teórico? Un poco
CL: No deberías dejarme perorar de ese modo. Pero sí, creo que el fracaso de este restaurante, porque sí, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, fracaso. Pues eso, que el fracaso de este restaurante es una consecuencia del tipo de país que hemos ido creando desde el 98. Y más aún, en los últimos 30 años. Mira, yo era un chaval entonces, pero estuve en EDSA, en el 86 (EDSA es el nombre de la principal arteria de Metro Manila, Epfanio de los Santos Avenue, y también el lugar donde se produjeron las principales concentraciones pacíficas de la llamada EDSA Revolution, que acabó con la dictadura de Ferdinand Marcos) y allí, aunque aquello era un revoltijo y había de todo, desde comunistas a curas y no todos sabían a lo que iban, en EDSA, al menos algunos, esperábamos un cambio hacia otra cosa, un país más elaborado, más cocinado, si me permites que use la palabra...
RV: Muy apropiada
CL: ...y sin embargo lo que tenemos es una sociedad absolutamente infantilizada. Uno de los países más tontos del mundo.
RV: Estás siendo un poco duro, no? Se ha avanzado bastante.
CL: En realidad, en términos relativos nos hemos quedado atrás en relación a los vecinos. Compara Filipinas y Vietnam ahora y compáralos hace 30 años
RV: Ya, pero venían de una guerra...
CL: Sí, sí, claro, pero a lo que me refiero es a algo diferente. La gente parece no pensar más allá del consumo.
RV: Bueno, en realidad me ha sorpendido, por mi experiencia lo poco interesados en política que están los jóvenes en este país. En política y en cultura.
CL: A eso mismo me refiero. Si les hablas de política, de cómo piensan ellos que debieran gestionarse los asuntos del país, cuál es su posición sobre las leyes, por ejemplo la RH Law (la ley sobre control de natalidad que prevé una mayor libertad en el uso de metodos anticonceptivos), no son capaces de decirte nada. Aquí la gente está solo interesada en repetir y repetirse lemas de autoayuda
RV: Es verdad! Es curioso, todos lo hacen, por ejemplo en Facebook.
CL: Siempre he abominado de todo el rollo budista, zen, de mensajes aparentemente complejos en su simplicidad, todo eso rollo asiático. Pero aquí es peor, porque esa tendencia natural, y conformista en el fondo, encima está pasada por el filtro americano y da lugar a la peor subcultura de la autoayuda: cada mañana empieza el primer día del resto de tu vida. bah!

Nos vamos adentrando en la corta tarde filipina y nadie sigue sin entrar. Bonifacio se mueve a su acostumbrado ritmo de criadas, coches de lujo y obreros insignificantes. El Chef Laudico mientras observa en silencio su propia imagen representada en un cartel a tamaño natural.

CL: Nunca debía hacerme esa foto, y menos ponerla así en grande
RV: No has salido tan mal
CL: Ya, pero parece que estoy vendiendo coches de segunda mano. Mira, puede ser una buena idea. Igual reciclo el cartel y cambio de negocio







jueves, 20 de diciembre de 2012

Libertarian Christmas Poem




[ CHRISTMAS – FREEDOM ]

Confused by the never arriving Gospels
I replace books and priorities from one place to the other
At the moment they finally reveal themselves
I will be far, engrossed, alone, Filipino

Nevertheless, we keep reading
About redemptions and arrivals to come
Heavens wide open and salted ungrateful lands

Because all of this was for us the only truth
Although the times push ourselves to another application
Where we finally stop thinking of parties
Included all tomorrows parties

It is so simple as being one´s self: Free
Intensely against happy and mediocre endings
Against those poorly gifted and emotionless

There is no education and welfare that deserve surviving
To my wish of libertarianism
Please relief myself of my faked welfare state
This is the time of the great deconstructions
Let´s start then

Let´s happily accept the end of this sad security
Let´s substitute subsidies by alms
Let´s trust in the solidarity of the ox and the mule
Let´s silence the Doctors and their scalpels
Let´s embrace Herod and his sharped blade
There is no better education for children than this one
Let´s allow that the miracle of this nomad family
The poor homeless carpenter
It is repeated time and again
And everyday a manger, a crib (no commercial letters are accepted)
Takes in all those who did not know how to square up the accounts

It is Christmas time
It is time for Freedom
For appealing to individual responsibility
To libertarian miracles
To the solidarity spirit of all that not regulated
To the right of vote for just some of us
To the intelligence of the only ones who want to think

Christmas – Freedom – Happiness – Suffering
Thanks my Lord for making me live so intensely

Poema Liberal de Navidad

                                 


            [ NAVIDAD – LIBERTAD ]

Confundido por los Evangelios que nunca llegan
Reemplazo libros y prioridades de sitio
En el momento en el que finalmente se revelen
Estaré ya lejos, absorto, solo, filipino
Pero a pesar de todo seguimos leyendo
Sobre redenciones y nuevas venidas
Cielos que se abren y tierras ingratas y saladas

Porque todo esto fue en nosotros la única verdad
Aunque los tiempos nos empujen a otra aplicación
Donde dejemos de pensar en fiestas
Incluidas las fiestas del mañana

Es tan simple como ser uno mismo: Libre
Intensamente contra los finales felices y mediocres
Contra los pobres de espíritu y emoción

No hay educación ni bienestar que merezcan sobrevivir
A mi ansia de liberalismo
Aliviad mi persona de mi falso estado de bienestar
Este es el tiempo de las grandes deconstrucciones
Empecemos pues

Aceptemos alegres el fin de la triste seguridad
Sustituyamos subsidios por limosnas
Confiemos en la solidaridad de la mula y el buey
Acallemos a los médicos y sus bisturíes
Abracemos a Herodes y su limpia cuchilla
No hay mejor educación infantil que esta
Permitamos que el milagro de la familia nómada
El pobre carpintero sin hogar
Se repita cada día
Y cada día un pesebre, un portal (no se acepta correo comercial)
Acoja a aquellos que no supieron hacer cuentas

Es Navidad
Es tiempo de Libertad
De apelar a la responsabilidad de los individuos
A la liberalidad de los milagros
Al espíritu de solidaridad no legislado
Al derecho al voto de solo unos pocos (nosotros)
A la inteligencia, en suma, de los únicos que quieren pensar

Navidad – Libertad – Alegría – Sufrimiento
Gracias Señor por hacerme vivir intensamente

jueves, 22 de diciembre de 2011

Poema de Navidad

[ NAVIDAD ]

Necesitamos un camino embarrado
Una carretera embarrada
Y una Navidad sin luna ni luces
Dejarnos barba y llamar la mujer a la propia mujer
Hablar con los mapaches y beber a solas (más o menos como ahora)
Actos de los hombres en el centro de la naturaleza
Justo al lado de las pequeñas montañas

Pero nos estamos deteriorando
Cuando la Navidad es una vecina insolente
Y usamos la lavadora para despertar a la chusma
No se recordarán muchas más cosas de estos años

Que la vida sigue es tan cierto como inane
Y a la vez brillante. Y siempre lo único

Mira a esos contables volviendo a sus alquileres
Nocturnos y cultos y faltos de valor
Mueren como este invierno: tras haber matado
Lo poco que de vida quedaba en ellos

Que la vida sigue es tan triste como necesario
Nuestra resistencia a entender nos mantendrá vivos

Libres volverán a vestir sus camisas de cuadros
Reunirán sus libros en bolsas de lona
Emprenderán el camino que benditamente les ensuciará
Abandonarán la vida que es siempre menos
Y encontrarán el invierno y el valor
La Navidad que nunca habremos de celebrar

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Conexiones

Conexiones fue un programa documental de la BBC cuya primera emisión tuvo lugar en 1978. Estaba creado y presentado por James Burke, un historiador de la ciencia que siempre sonreía. Como era de esperar el programa trataba precisamente de conectar diferentes sucesos y descubrimientos a lo largo de la humanidad, con la intención de demostrar cómo no había conocimiento aislado sino una clara interrelación entre todo el saber y sus manifestaciones. En España no tuvimos oportunidad de ver Conexiones hasta que llegaron las TV por cable y satélite y con ellas el Discovery Channel. De todos modos, si por algo destacó la serie en su periplo español fue por el doblaje mexicano del profesor Burke y su incomparable y muy amanerado conexxxxioonessss!!!!

Así pues, conectando, me dio por pensar en John Byrum. Cuando era joven decidí que quería ser un cinéfilo, y a ello me puse. Por desgracia, no eran muchos los medios de los que uno disponía en Sevilla y por entonces para ver las películas que me interesaban. Estaban los ciclos de madrugada en TVE (cintas y cintas VHS donde se apiñaba de todo, del nuevo cine alemán a olvidadas películas armenias) y poco más. Me convertí entonces en un cinéfilo que leía más cine que verlo. Uno de mis libros preferidos fue una historia del cine americano, en concreto el tercer volumen, escrito por Jose Luis Guarner que por aquella época hacía crítica en TVE con un aspecto enfermizo y una voz entre temblorosa e irónica. Murió no mucho después. Escribía de películas que yo ya conocía, de otras de las que siempre se hablaba, y también de una de la que nunca había oído ni una mención: Inserts. Y lo hacía de una manera más que laudatoria. Como venía a decir, Inserts abría un camino que se cerró con ella misma.

También en aquella época dejé de seguir a la Familia en sus actividades. Dejé de hacerlo porque todos los adolescentes lo hacen, en algún u otro momento. Y además porque la Familia se había convertido en algo irrespirable y dañino. La Familia se marchaba a pasar el fin de semana a la casa de campo y yo me quedaba en Sevilla, solo, para salir con los amigos o para quedarme en casa y hacer lo que me diera la gana. Ese instante, el de la Familia marchándose el viernes, era inigualable. Una de esas noches de viernes volví a tropezar con el nombre de Byrum.

Murray el trascendental


 A finales de los 70 principios de los 80, Byrum regaló un ejemplar de uno de sus libros preferidos a una amiga guionista tras dar a luz. El libro era El Filo de la Navaja, una antigua novela de perfeccionamiento espiritual escrita por Somerset Maugham. Sin embargo, no fue su amiga quien leyó la novela sino su marido, un actor y humorista llamado Bill Murray. Murray quedó fascinado con el libro, uno de esos libros en los que pasa de todo, y llamó a Byrum convencido de que debían hacer algo con ello. E hicieron una película. Y fue un fracaso. Nadie creyó en el proyecto desde el principio y Murray tuvo que comprometerse en otra película que le importaba un pimiento para encontrar financiación para El Filo de la Navaja. Y esa otra película fue un éxito mayúsculo y se llamó de manera descriptiva y apropiada Los Cazafantasmas. Podría decirse que en cierto modo el éxito de una propició el fracaso de la otra. La gente no se acostumbró al hecho de ver a su cazafantasmas favorito dando discursos sobre la necesidad de encontrar el camino en nuestro interior. Bill Murray, no acabó de encajar el asunto y se retirço durante 4 años a París, se matriculó en filosofía en la Sorbonne y se olvidó del cine (temporalmente gracias a Dios). De todos modos, a mi, aquella noche de viernes la película me pareció un sublime ejemplo de aquello que Truffaut (que moría poco después del estreno de la película) llamara un grand filme malade, una gran película malograda, un extraño artefacto difícil de valorar pero que me aportaba algo que precisaba en aquel momento: un objeto de culto personal. Fue tal el impacto que hasta se me olvidó ver la peli guarra del Canal Sur (otra de las delicias de quedarme solo el finde).

Tiempo después vi la versión que de El Filo de la Navaja hizo Edmund Goulding con Tyrone Power y Gene Tierney. Una película esplendida. Propia del talento subestimado de Goulding (ved si no Nightmare Alley, por ejemplo). Que convertía a la pelicula de Byrum en algo aún más grotesco (y atractivo). Uno de los momentos espectaculares en esta antigua versión es la aparición del propio Somerset Maugham (como personaje) interpretado por el siempre genial Herbert Marshall. Aparece en un barco, un trasatlántico, y el hecho resulta curioso e inquietante.

En uno de sus cuentos más celebrados (Los Milagros no se recuperan) el gran escritor argentino Bioy Casares cuenta una anécdota que realmente le sucedió. Estando de viaje en un trasatlantico (el Queen Mary, si no me equivoco) reconoció entre el pasaje a Somerset Maugham del que admiraba y mucho sus libros de viajes. Superando su natural timidez se fue a su encuentro para decirle lo habitual en estos casos (verá, es que yo le admiro mucho y...) cuando se dio cuenta de algo excepcional. Había dos Somerset Maugham. Dos personas iguales uno a cada lado de la cubierta. Este hecho le confundió tanto que perdió la ocasión de hablar con su ídolo (nos preguntamos si uno de los Maughma sería Herbert Marshall). Lo que es menos conocido es que en el mismo barco y unas horas antes Jack Kerouac (el autor de On the road) y algunos amigos suyos beatniks se dedicaron a jugar con el ascensor del barco cabreando de este modo a Somerset Maugham que esperaba para cogerlo. Un barco muy literario, y más aún si añadimos que en ese mismo viaje estaba Truman Capote borracho o mareado (aún no se sabe). Lo que me llama más la atención ahora es sin embargo la presencia de Kerouac.

Kerouac el marinero
Entre su debut Inserts y su primer fracaso El Filo de la Navaja, Byrum rodó otra muy interesante película llamada Heart Beat y que va, precisamente, sobre la Beat Generation (curioso que en España la titularan Generación Perdida dando lugar a una absurda confusión de generaciones literarias americanas). Tenemos a un improbable Kerouac interpretado por John Heard (ahora muy gordo) y un delirante Neal Cassady por un aún más delirante y borracho Nick Nolte (la escena final con Nolte en plena época hippy es mítica). Fue uno de los pocos éxitos de Byrum y aún así no es lo que se dice conocida.

 Quizá uno de los problemas en la carrera errática de Byrum fue la mala salud que le acompañó durante años. Cansancio, mareos, depresión, fatiga crónica... cuyo origen nadie parecía capaz de diagnosticar. Hasta que se descubrió que sufría la enfermedad de Lyme, o lo que es lo mismo, una infección causada por la picadura de una garrapata. Lo mismo que le sucedió a mi madre.

Estábamos en Huelva entonces. Todavía recuerdo las extrañas quejas de mi madre durante aquellos días. Le dolía la cabeza, tenía fiebre, sentía una extraña picazón en la coronilla de la que hacía culpable a la peluquera y el moldeador (muy de los 80). Cuando los dolores de cabeza se hicieron más intensos fue mi padre quien dio con la tecla gracias a su intuición de hombre de campo. Eso es un Rezno, dijo. Cómo??? Una garrapata como la llaman en mi pueblo! (después buscamos rezno en el diccionario y realmente existe). Esa misma noche mi padre arrancó la garrapata hecha una bolita llena de sangre de la cabeza moldeada de mi madre. La teoría ganadora fue que la vecina había aireado la manta del perro ventana abajo justo cuando mi madre se asomaba a fumar como hacía todas las tardes. Una pena para Byrum no haber conocido a mi padre.

Sí, este es Burke. Conexxxxiooonesssss!!!!


Byrum, Murray, Maugham, Goulding, Marshall, Bioy, Kerouac, Papá... El  profesor Burke vuelve a escena y con sonrisa beatífica dice: CONEXXXXXIOOONESSSSSS!!!