martes, 3 de febrero de 2009

1200 mgs de Paracetamol

Numerosos han sido los comentarios que preguntaban por la identidad del tal Asensio Juliá (sobre todo numerosos). No sé si habreis oido hablar del descubrimiento que varios expertos de El Prado (había escrito parado, je) han hecho: El Coloso, ese cuadro tan raro y tan bueno de Goya no fue pintado por Goya sino por un discípulo suyo, Asensio Juliá. Consecuencias: han retirado el cartelito "Goya" de la base del marco y algún petardo ha salido diciendo que ya se veía venir porque el cuadro era un poco birria.
El corolario a todo lo que ha rodeado a los Goya ha venido con la noticia del extravío (robo) de una estatuilla por un crítico en paro. Dos consideraciones por no extenderme: UNO: que clase de encargada de guardarropa da el Goya al primero que se lo pide (parece que fuera de la Academia). DOS: puede haber un crítico en paro? es la crítica una profesión? por decirlo de otro modo, cuando le piden indicar la profesión en un formulario escribe crítico?

Internet, la blogosfera, la Web 2.0 y cualquier otro nombre absurdo que se nos ocurra han permitido la extensión ad infinitum de las propias aportaciones sin necesidad de filtro o proceso de publicación. Los canales tradicionales por los cuales un comentario, un libro, un dietario, una canción e incluso una película eran distribuidos al público se han ampliado y simplificado por mor de este more (vaya aliteración)tecnológico en el que nos movemos. Qué ocurre pues? Somos capaces de publicar a una audiencia quasi-inagotable a la par que inexistente. Y estamos capacitados para hacerlo sin necesidad de aprobación, permiso o simple respaldo. Todo esto es bien elemental y precisamente es el centro de las críticas de Andrew Keen y los adalides de la meritocracia. La red para ellos no hace más que multiplicar hasta la náusea entradas sin el más mínimo valor elaboradas por personas sin la debida preparación. Según ellos, el esfuerzo, el sacrificio, la experiencia, la acumulación de saber, la idea en sí de aprendizaje, la necesidad del mérito para llevar a cabo cualquier obra quedan relegados en aras de la facilidad y el culto al egotismo. Un proceso que arrancaría de la revolución hippy en los 60 (individualismo frente a comunitarismo) y que transmitido por los gurus de la informática amenaza con dinamitar el modelo de conocimiento que conocemos.

La idea es interesante pero, no estaremos asistiendo a un proceso ya vivido? No hace falta agotar demasiados volúmenes de historia de la literatura para comprobar como cada época vive la misma trama de jóvenes que claman por un lugar que la generación anterior, o bien les niega o pretende guardar en base a unas reglas o principios que cree necesario preservar. Ocurrió con los Baroja, Maeztu, Azorín frente a los Nuñez de Arce, Pereda, Echegaray... Y ocurrió también basandose en nuevas formas de comunicación: las ediciones de bolsillo, la prensa, las revistas literarias, frente a las ediciones en cuarto y tapa de piel. Lo mismo que ahora?

Son nuevos tipos de expresión a salvo de la profesionalización. Por esto no me pagan, antes al contrario (pago la red, el coste de oportunidad de mi tiempo..). Un medio de descubrir hasta que punto la vanidad y el lucro mueven al escritor amateur. Saber que nadie leera esta entrada lo sume a uno en un estado de independencia absoluta, como John Wayne perdiéndose en el desierto. Del personaje que llena cuartillas en una habitación ruinosa de una pensión desmadejada a ese otro que escribe entradas diarias en un blog sin visitantes. Los folios encontrados al cabo de los años serviran para avivar un fuego en sentido literal (que no literario). Los despojos de este blog... No sabemos que será de esta memoria sin soporte. También en esto habremos avanzado. Escribir sin esperanza de pervivir.

Coda: ha muerto el creador de los clicks. Al menos ellos son de plástico y no hay Dios que los degrade.

3 comentarios:

  1. perdurable. esa es la esperanza del hombre. eres mi click favorito. tú, siempre

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  2. yo te leo rafa, aunque no escriba...
    ma gusta tu blog :)
    Natalia

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  3. Yo, insensato de mi, durante mis tiernos años de inocencia, que gracias a Dios nunca finalizan, pensaba que las frases tenían el valor de las personas que las escribían, poco a poco descubrí que realmente no conocía personalmente a ninguno de esos escritores,y que en muchos casos, cuando indagué sobre la vida personal de ellos, me percaté de que solo eran palabras. Yo, aunque sea el poeta de la familia, ya solo creo en las palabras que se escriben con la vida, porque todas las demás son palabrería, así que todo el que viva puede escribir. Enhorabuena por tu artículo Rafa, porque es vívido y está bellamente escrito, te deseo que llenes muchas más páginas de tu blog y sobre todo de tu vida
    Israel

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