miércoles, 17 de marzo de 2010

Un Sueño de R.


Bajo del coche y me dirijo al que es mi destino: la Embajada de (España?) en un país que parece la India. Justo frente a la entrada me topo con un gran charco. Lo esquivo. No sé entonces la importancia que luego tendrá. Mi traje es de color café con leche no muy cargado. Nunca vestiría un traje así, me digo en mi propio sueño. Ahora, en la vigilia, no estoy tan seguro. Algo pasa, no lo recuerdo. Me piden escribir mi primer informe. Un informe sobre el charco a la entrada. Escribo una especie de memorando sobre el charco pidiendo la resolución del asunto a algún departamento de infraestructuras. Al rato me llaman para que me presente en el despacho del embajador. En un principio no reconozco a este hombre. Luego se van conformando en sus rasgos los rasgos de mi actual jefe supremo: Edgar Geyer. Me recibe sentado junto a otros personajes que no me son presentados y a los que apenas veo. Me mantiene de pie en el medio de su despacho y blande hacia mi el informe sobre el charco. Me abronca por lo mal escrito que está. Inglés deficiente, tratamiento incorrecto, falta de sentido corporativo. Insiste en que no puedo usar WE (nosotros) sino algo diferente (no recuerdo qué). Tras este recibimiento me pide que hable de mi. Yo me intento explicar durante unos minutos. Un creciente dolor de piernas me hace adoptar poses algo extrañas mientras lo hago. El dolor en las piernas va en aumento y mi discurso se resiente de ello. El embajador me interrumpe y comienza de nuevo a criticarme. Mi actitud corporal es pésima, dice. Gesticulo en exceso (lo sé), hablo de manera poco clara y adopto posturas antinaturales. Yo no sé qué decir, especialmente porque el dolor en las piernas es imposible de soportar. Le digo al embajador (ahora no hay nadie más) que me duelen mucho las piernas y no puedo seguir de pie. Me invita a sentarme a su lado y suaviza su tono aun volviendo a las mismas críticas. Salgo del despacho y apenas consigo arrastrarme por un pasillo interminable. Despierto con un dolor insufrible en las piernas.

--oOo--

Interpretación del sueño:

1. Cambio de jefes. Recientemente he cambiado de jefes. Tras 7 años con Puiggros y 4 con Nikus (jefes con los que había conseguido una situación de estabilidad satisfecha) me encuentro sometido a la zozobra que significa demostrar a un nuevo superior la valía que a uno se le presupone. Diferentes objetivos, diferente conocimiento del medio, diferente calidad humana... La presión que esta situación implica se refleja en el sueño. Estar sometido a examen. Explicar y justificar lo que otros aceptaban de buen grado.

2. Hace unos años participé en un training llamado Presentation Skills. El propósito del training era mejorar las habilidades para presentar en público. Durante todo el día se nos daban consejos y preparábamos pequeños ensayos de presentación. El ejercicio final consistía en presentar un tema ante todos los compañeros por espacio de unos 10 minutos. Dicha presentación era grabada en vídeo y los resultados se comentaban entre todos. No me asusta hablar en público, y lo hago mejor que muchos otros. Hice mi presentación recurriendo al humor y con desenvoltura. No dudaba de que sería uno de los mejores. Pero no lo fui. Al verme en la grabación comprobé que mi voz era arrastrada y poco inteligible, que mi actitud corporal transpiraba dejadez e inspiraba poca confianza. Y nunca me había dado cuenta. Esto me lleva a mi niñez. A los 5 o 6 años. Cuando me percaté finalmente de cómo era, de quién era yo. Recuerdo mirarme en un espejo y comprobar que el niño que estaba siendo reflejado no se parecía a la idea que yo me había formado de mi mismo. El niño platónico e ideal se parecía más bien poco a ese otro Rafa con cara de miedo y paletas separadas. Desde entonces me busco constantemente en los espejos como una forma de constatar a cada momento que yo soy yo, y no esa creación de mi propio yo interior, por poco que esto me guste.

3. Desde hace unos meses sufro terribles dolores de piernas durante la noche. En un principio eran solo calambres. Más tarde los calambres afectaron no solo a los gemelos sino también a los aductores. Ahora el dolor se ha vuelto constante e intenso por momentos y pervive durante el día. Me voy haciendo viejo.

P.S. Gracias por los híbridos de Íñigo y Serranito. Uno más: Persona + Aquí llega Condemor el pecador de la pradera: Un actor (Chiquito) pierde el habla y decide aislarse en el far west junto a su enfermero (Bigote Arrocet). Allí, las aventuras vividas le permiten volver a recuperar el habla pero de un modo algo peculiar (ya os imaginais). Se admiten más híbridos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario