miércoles, 7 de abril de 2010

7 días sin TV


No, yo no tengo TV, me digo mirando el espejo con incredulidad. La TV es mi maestra dice alguien desde mi recuerdo: era yo, en los primeros 90, intentando epatar a una inexistente audiencia femenina. No, no tengo TV, repito frente a mi imagen que de reojo busca el viejo aparato cedido por Íñigo y finalmente arrumbado por obra y gracia de la TDT, uno de los grandes timos de nuestro tiempo (pixelado y corte por tormenta incluidos). Me querrá más la gente ahora que no tengo TV? O se confirmará el rumor creciente que habla de una caída definitiva en el frikismo?

En realidad, este es un adios a las películas del oeste en horario de madrugada, a todos aquellos bodrios de terror adolescente, a Johny Raton, programada de manera convulsa por algún prejubilado de TVE con ganas de choteo, a los partidos de la Euroleague repetidos (vaya tela con el Kimkhi), a los mensajes sin sentido en las TV locales: yo pasivo-activo solohombres no gay hombres abstenerse primera vez con mucha experiencia, al muchacho Vallés y sus críticas veladas al gobierno que le paga, a los documentales del canal 33, a Simon Schama absolutamente loca inventándose de qué va el Guernica, a Ramon Colom entrevistando a Eugenio Trías sin entender qué dice y pasando a Jaime Camino para entender aún menos (en otra vida me hago logopeda), a la cara de me-quiero-reir-pero-esto-no-tiene-ni-puta-gracia que se le queda a uno cuando ve el trozo de mario Caballero en DxT, la terrible propuesta deportiva del canal 24 horas, a los nuevos documentales que imitando a Callejeros y Comando Actualidad no hacen más que enseñar despedidas de soltera o travestís en la casa de campo, a GH y todas sus derivaciones y excrecencias, a los telefilmes que TVE proyecta en La 2, que no echaría ni siquiera Teletaxi TV y que debieran ser razón suficiente para echar al programador de turno (en estos telefilmes aparece de manera inexorable Rosanna Arquette preguntándose porqué era la hermana famosa y ahora es un mojón al lado de Patricia), y todos aquellos minutos musicales en los Jardines del Palacio Real con señores que flamenquean ya sea al piano, al violín o a la flauta travesera visitiendo unas imposibles camisas con chorreras. Adios a todo eso, que dijo Graves.

P.D. Si alguien me quiere regalar una TV con TDT, o el aparatito simplemente, que no se corte...

1 comentario:

  1. Si no se dan prisa con eso de regalarte un TDT, caeras en el frikismo.

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